RUTA POR ALREDEDORES DE ALMONACID

 

Como cada domingo nos encontramos en la plaza unos cuantos valientes, Miguel “el Presi”, Miguel Ancos, José. L, Pedro, José “el Chivi”, Félix “el Bargueño”, un servidor Alberto y José “el Carnicero” que se estrena en estas salidas del domingo. Tras los pertinentes saludos y en vista que no acude nadie más, salimos con destino a la localidad vecina de Almonacid sin quedarme claro (como siempre) la ruta elegida.

Con paso cansino nos aproximamos a Almonacid por el camino de Mora con Pedro a la cabeza y José “el Carnicero” sin parar de meterse con nosotros por el ritmo tan bajo, antes de cruzar el arroyo Félix nos da el primer susto, clava la rueda delantera en una chorrea y sale por delante sin llegar a caerse (cada uno se baja de la bici como quiere), llegando a Almonacid sin más sobresaltos.

Salimos de Almonacid, sin saber bien hacia donde nos lleva Pedro cruzamos las vías del Ave y nos adentramos en una zona de encinas muy bonita, por la que algunos era la primera vez que pasaban.

Tras dar una vuelta por este pequeño oasis en medio de tantos campos de cereales y olivos, comenzamos una larga bajada sin saber la mayoría hacia dónde nos conduce. 

Seguimos a nuestro GPS particular, Pedro, confiando en su sabiduría, pero temiendo la vuelta, porque como bien dijo Miguel “el Presi” todo lo que se baje se tendrá que subir. Antes de acabar la bajada Félix vuelve a tener otro percance, esta vez un pequeño tirón en el pie, que soluciona con unos estiramientos, contiendo la marcha hasta llegar a una zona arbolada donde a la sombra hacemos el avituallamiento para afrontar con energía la temida vuelta.

Con fuerzas renovadas comenzamos la vuelta hacia Almonacid por un camino con una cierta pendiente y mucha arena en los primeros kilómetros, que a mí en particular me matan, quedándome algo retrasado del grupo. Seguimos subiendo cada uno a su ritmo, primero escapado Miguel Ancos, luego un grupo con José L, José “el Chivi” y Alberto y después más retrasados Miguel “el Presi”, José “el Carnicero”, Félix y Pedro.

Cuando ya se ve en el horizonte la torre de la iglesia de Almonacid y tras agrupamos de nuevo otro percance nos hace echar pie a tierra, esta vez es la bici de José “el Chivi” la que sufre una amputación y pierde el sillín junto con la tija y un cacho del cuadro. Tras solucionar la avería llegamos a Almonacid donde gracias a una buena señora que nos permite entrar en su casa podemos rellenar los bidones de agua, pues la fuente de la plaza estaba seca. Sin más dilación  marchamos hacia Nambroca por la Ermita, donde primero José L y después José “el Chivi” ponen un ritmo endiablado que solo Alberto puede soportar, así llegamos al Pozo de San Cristóbal donde giramos por el camino Real. Sin bajar el ritmo nos vamos aproximando a Nambroca, teniendo que abandonar Alberto el triplete de la muerte por una pequeña avería con el cambio y posterior salida de cadena.

Poco a poco vamos llegando todos al Pueblo, donde unos pocos valientes decidimos recuperar algunas de las calorías perdida en la jornada y deleitarnos con unas muy ricas cervecitas.